Hola Nerea, Me supongo que jamás pensé que te escribiría esto para contarte que nada fue como llegaste a imaginar o incluso soñar, cuando tus óvulos eran frescos y jóvenes y miraba la maternidad con esos ojos de madre entregada e ilusionada. Por suerte te tocaron años de trabajar, crecer y descubrir que ni siquiera el resto de cosas que pensabas en esos años universitarios eran como esperabas que fueran.