Si hay algo que he hecho durante mi vida en vacaciones son kilómetros y kilómetros de coche. Cuando llegaron los peques me asusté un poco al principio por todo lo que había oído y leído sobre viajar con niños, pero mi hijo mayor fue y es un bendito tesoro para viajar. ¡Ojo! Eso no nos excluye del típico ¿Cuanto falta para llegar? De modo repetitivo y constante aunque con casi 8 años empieza a conocer bien las distancias y horas que nos separan de nuestros destinos habituales. Pero entonces, llegó neskatilla y descuadro la ecuación por completo.