Holidays o algo que se le parezca

Las vacaciones son un concepto que han ido cambiando en mi vida según han ido pasando los años y cambiando las circunstancias personales. Ha llegado el día en que no me queda claro hasta qué punto es algo que planeo conscientemente o sencillamente organizo al ritmo de la vida y la loca  conciliación.  Ahora que soy madre suelo pensar mucho en esa frase que dice la gente “necesito vacaciones de las vacaciones” y  me sabe mal decirlo pero lo entiendo tanto, me supongo que es una actitud en cierta manera egoísta pero negarlo sería ir de algo que no soy. Creo que por eso me gusta al menos algunas veces al año tener momentos de soledad o de no madre.

Temporada estival

Siguiendo la costumbre de cada año, este no iba a ser menos, aquí va mi post de “cerrado por vacaciones” que es de mala educación irse de casa sin despedirse 😉 Si es por leer, mejor llevaros un libro y si lo que queréis es no echarme de menos, tan sencillo como seguirme en Instagram, es lo único que seguirá en servicios mínimos al igual que FB. Que tampoco es plan de quedarme sin poder hacer terapia con nadie. Porque las vacaciones con niños se las traen…

EMPEZANDO POR ATRÁS: Madri-Txikito

Ya sabéis que no sigo ningún orden establecido, y siendo sincera no sé si voy a andar con ánimos, tiempo y ganas de contar mis kilométricas vacaciones. Pero hoy voy a hablar de esa última semana vacacional, que casi por costumbre y hábito suelo hacer en pintxolandia, tierra patria, es decir Madri-txikito.

CERRADO POR VACACIONES

Aviso a navegantes  La Menda se coge vacaciones con el riesgo que eso supone. Y no por el hecho de que ahora seamos tres, sino porque hacemos más carretera que una orquesta de verano. Por razones familiares tenemos que hacer acto de presencia en peinetaland y pintxolandia, lo que significa de norte a sur, partiendo desde el este y pasando a medio camino pal bodorrio de mi amiga. No quiero sumar kilómetros, pero rondaremos los 2.000 kilómetros… Menos mal que el gorila es la reencarnación a nivel de turismo de Alonso, yo soy también animal de carretera (desde bien pequeña me he hecho 3 veces al año el norte-sur) y el Monillo lo tenemos medio domesticado entre DVD y su afición a observar vehículos, no nos podemos quejar 600km con siesta mediante son llevaderos, si a eso le sumas la […]