Sosteniendo la vida

Hace semanas que tengo una sensación que me invade o incluso me inunda y veo a mí alrededor. La palabra sería agotamiento, desanimo y falta de energía. Estamos sosteniendo la vida con unos hilos demasiados finos, con el miedo que se rompan al primer giro  y con la tensión de saber que son eso, simples hilos.

Lo que hemos vivido este año ha sido destroyer pero quizás lo peor ha sido que hemos querido ver que lo hemos digerido, que un verano ficticio nos supuso una bocanada de aire para algunos y pensamos que seguir sería fácil o al menos mejor. Pero la realidad es otra, nuestros cuerpos no son lo que eran ni consiguen serlo. Nuestras cabezas tienen tal presión que irradian a todo nuestro ser porque no sabemos ni donde vaciarla ni donde explotarla sin que manche más de lo debido. Porque si miras a tu alrededor ves que son muchos los que no están mejor, que la cosa se sostiene de mala manera y que a ti ya te cuesta buscar ese aliento que lleve a tu cuerpo a un estado inalcanzable. El del bienestar y el equilibrio.

El auto cuidado  es algo que muchas mujeres relegamos a lo último o no es prioritario y más si tenemos gente a nuestro cuidado pero en épocas de pandemia , literalmente nos la cargamos de un plumazo. La economía de las casa comienza a ser precaria, el estado de ánimo escaso y el tiempo, el tiempo se lo come el teletrabajo, las reuniones digitales, las nuevas normativas y nuestra rutina adaptada a la nueva normalidad.  La incertidumbre y la falta de poder prever hace que muchas cabezas comiencen a tambalear  y por ende sus cuerpos y achaques.

Por eso digo que yo tengo la sensación de ver a la gente sosteniendo la vida y digiriendo algo que no hizo su digestión cuando tocaba. Estamos más asociales que en la pandemia, yo lo noto a mí alrededor, nos ceñimos a nuestros grupos de convivencia pero ya no hacemos videollamadas grupales. Ya no quedamos para un vermut digital y es normal…ESTAMOS AGOTADAS, sosteniendo una vida con miedo y desconocimiento, con poco dentro y mucho por tener que dar, con la sensación de no saber dónde vas y cuándo acabará. Con el olvido asumido que es imposible mirar adelante con otros ojos que no sean los de la supervivencia y ahí es donde el auto-cuidado y la salud mental se caen de ese hilo fino. Como me dijo una seguidora, bastante tengo con  poder llenar la nevera y seguir pagando recibos. Ahora más que nunca estamos sosteniendo la vida, otra cosa es que lo que estemos sosteniendo tenga alma y cuerpo presente.

La falta de ánimo es palpable y no paro de pensar que vienen meses difíciles tanto económica como emocionalmente. Las navidades serán duras señores, habrá hogares donde falte comida y otros donde falte gente y  ahí por mucho hilo que tengas no se podrá tensar más de lo normal.  Lo duro y lo triste que no estamos pudiendo ni asumirlo.  Este no es un post triste sino real, de esa necesidad que tengo de decir que los ánimos no van bien, que el estar en fase sostenida nos va agotar y que ni yo misma busco el punto medio para no volverme loca y poder vivir con cierto criterio. Me puede tener que ver cómo tras semanas y semanas de trabajo, encerrada en mi esquinita, los fines de semana busco una burbuja libre de  tensión para recargar un maltrecho cuerpo que ya comienza a no responder. Que la cabeza gira tanto que marea y que mi gente y mis amigos están ermitaños como yo porque estamos agotados más allá que cansados. Reconocerlo, contarlo y compartirlo me hace pensar que me puedo perdonar, aunque solo sea un poco. No sé tú, pero yo empiezo a no saber cómo acoplarme a la nueva vida sin ser simplemente una esclava de ella.

Gracias por leerme.

 

51 thoughts on “Sosteniendo la vida

  1. Muy cierto Nerea! Me he dado cuenta que me he vuelto muy desapegada a mi circulo de amigos, cada vez es más reducido, casi sólo la gente que está en casa.. Y es duro. Entre el trabajo, niña, pareja, voy por la vida agotada. Y el tema del autocuidado…. Como no me levante a las 5:30 de la mañana… Y por ahora no tengo tanta fuerza de voluntad 🙂

  2. Pues tal cuál, yo soy de las que pensaba que esto lo había digerido, pero nada más lejos de la realidad…nunca había sufrido ansiedad, y ahora estoy….que me está saliendo todo, no sólo la incertidumbre de tantos meses de pandemia, y la incertidumbre del futuro,ademássoy una contractura andante 😅…..Así que he dicho hasta aquí y he buscado ayuda, por que no puedo más…hago las cosas sin ganas y porque tengo que hacerlas,no me apetece hablar con nadie….

  3. Aupa Nerea, totalmente de acuerdo. Es triste pero es verdad. Todas las fuerzas se agotan intentando no perder el rumbo. No perder la cabeza. Me falta implantar el autocuidado, pero es tan difícil….te leo y comparto cada sílaba. Gracias por plasmas de esta manera tan mágica el pensamiento de much@s. Milla moxu erraldoi. Olatz

      1. Me ha encantado tu reflexión. Cuanta razón tienes y de verdad que esto se esta volviendo insostenible
        Peto hay que seguir. Muchos besos y ha seguir hacia delante

  4. Bravo por el post Nerea, que bien escribes joiiaaa!
    Como dices tú algunos estamos que prácticamente no socializamos, yo soy una persona súper sociable no paro en casa y e tenido momentos antes del confinamiento de decir voy de un lado a otro me va a dar algo… este confinamiento también e sacado esa parte de decir pues para un poco!!! no hace falta tampoco ir a destajo por la vida..
    pero no puedo evitar me siento con un piticlin de tristeza, soy auxiliar y e pasado unos meses muy jodidos dentro de el hospital y en esa primera ola algo de mi cambio… el miedo se apodera de la mete y estoy muy cautelosa ya que este comportamiento me hace sentir bien,lo hago por mi!
    Por esos meses que e pasado me lo debo tengo que descansar, esta ola me dejo una contractura de la ostia y muchos males de espalda de tanta tensión.
    No por ser sanitaria y sin entrar en cosas que tengo grabadas a fuego en mi mente.
    Es una sensación de vacío total!!! no me gusta vivir en la improvisación continua que llevamos, pero como todos intentando mantener mi mente sana. Todo esto pasará veremos un fin y seguro que algunas cosas cambiarán unas para bien otras para mal, pero ya haremos más adelante… ahora toca cuidar la Salud y la de los demás

  5. Has plasmado en tu post una realidad que creo que es general. Nosotros no socializamos cosa que antes era impensable, el finde intentas airearte para enfrentarte a una nueva semana, que cada día se ve más negra. Es una sensación de ahogo de no poder volver a lo que ya hemos vivido. Y en ese momento yo no lo viví como ahora pero ahora con una niña de un año con las navidades asomando con la familia lejos…. Intentamos remontar pero creo que como dices solo sostenemos la vida

  6. Totalmente de acuerdo. Además que nuestro entorno está igual así que el día q sacas algo de ánimo el de al lado te lo tumba… Los que veníamos arrastrando desánimo ya no vemos lado positivo y con la Navidad a la vuelta de la esquina con menos ganas que nunca…

  7. Hace semanas que ando a la deriva. Mi cabeza está aturdida, no doy pie con bola. No duermo. Mi cuerpo está lleno de dolores y no tengo energía ni ganas para hacer casi nada. Todas las mañanas me propongo que voy a cambiar el rumbo. No puedo. Me da cosa llamar a mi doctora porque siento que esto que me pasa no es tan importante como lo que estamos viviendo. Pero siento que el dia de mi explosión se acerca. Y en casa no está todo tan mal, mi gente está sana, no hemos perdido el trabajo… Pero cuando salgo a la calle y observo me parece desolador. Necesito volver a sentir ilusión pero no se por donde empezar.

    Besos Nerea, describes muy bien lo que sentimos mucho.

  8. Totalemnte de acuerdo. Por aquí también nos estamos volviendo unos desapegados y ermitaños de amigos y casi diría de la familia por miedo a contagiarles, intentamos proteger a los abuelos de ambas partes de esa manera, casi sin visitarles y siempre a distancia y con mascarilla, así que nos reducimos a los 3 que somos en casa, mi hija a su grupo burbuja del colegio y mi marido y yo a nuestros contactos obligatorios de nuestra respectivos trabajos. En fin, este año está siendo durillo, pero no parece que vaya a mejorar mucho de cara a navidades Un abrazo i guapetona y te mando un poco del ánimo auqnue a mi también me empieza a quedar poco.

  9. Tal cual lo cuentas… llevamos tanto tiempo sosteniendo lo insostenible y cuidando por encima de nuestras posibilidades que esto ya pasa factura. Más si vamos de cara al invierno que ya los días son cortos y el futuro incierto. Aquí me encierro en mi cueva y noto eso, que los días pasan, que hay muchos momentos buenos pero no consigo desconectar de esta realidad. En fin, que se acabe ya el 2020 porque menudo número mágico… aún me veo brindando por el año nuevo… si lo llego a saber…. ánimos y besos!

  10. Si cada día hago menos vida social y de verdad que el panorama no es nada positivo, está siendo realista, nos tenemos que adaptar. Y dejar de pensarlo toso demasiado intentar ir día día…ayuda no ver la noticias que la mayoría no dicen la verdad, todo sensacionalista.

    Ánimo Nerea💋💋💪🏻💪🏻💪🏻

  11. Mucho animo!! Si, se percibe en el ambiente y apetece poco todo. Embajonada por las malas perspectivas en el curro, por toda la incertidumbre, por no poder vivir normal porque desde el principio de todo esto yo ya dije que no me tragaba lo de “nueva normalidad”…para mi es ” nueva realidad” y todo lo que conlleva cuesta y mucho…cómo dicen..tendremos que hacer un duelo por nuestro tipo de vida anterior y buscar la ilusión en donde se pueda…pero las pilas se van agotando y lo malo es que no veo en que momento las vamos a poder recargar…aunque mi forma de ser siempre positiva me dice que saldremos adelante…no queda otra!!!

  12. Has descrito a la perfección lo que siento. Creo que en cualquier momento me voy a derrumbar. Hoy mismo he recordado la tristeza que sentía durante el confinamiento cuando les he dicho a mis hijos que no van a poder ir a Kung fu y ballet durante un mes y el mayor se ha puesto a llorar diciéndome que estaba harto de la COVID. Mi cuerpo está agotado, cada vez que leo una noticia siento una presión en el pecho y me inunda una sensación de cansancio que me deja agotada para el resto del día. Creo que he llegado a mi límite.

  13. Antes de la pandemia, mi mochila iba cargada de problemillas, el confinamiento lo empeoró aún más, mi tristeza iba subiendo, yo tambien soy muy sociable y familiar no poder estar con mi gente me está hundiendo pero doy gracias que tenemos trabajo, pienso en la que no.. Aun así mis energías están por el suelo, tome la decisión de tomar vitaminas y descanso mucho descanso suerte de mi marido que vale millones y ayuda muchísimo en la casa y con los niños. Saldremos de esta pero algo tocados pero No Hundidos, Jamás. Un abrazo muy fuerte Nerea gracias por todo.

  14. Buf… No sé ni que escribir… Pero entiendo perfectamente lo que dices. Yo me he vuelto muy apática… Desde el confinamiento he cogido unos bastantes quilos… Me siento agotada física, mental y sobretodo emocionalmente. Me siento triste por todo en general, por la situación, por los difuntos y sus familias, por no estar con los míos cada domingo como antes, por confirmar que tengo pocos o más bien menos amigos, por un trabajo que no me llena… Lloro mucho y me siento sola. Lloro escribiendo esto. Me supera teletrabajar, no tener mi casa al día a pesar de que estoy 23h al día aquí. Me siento superada. Yo siempre he sido persona optimista de las de ver el vaso medio lleno, social de apuntarse a todo… Y ahora no me apetece nada. No salgo de casa nada más que para llevar a las peques al cole y vuelta, la compra semanal y ya. Mi relación con marido ya ni hablo. Mi cuerpo y mi cabeza se resienten…

    1. Pues quiero que sepas que no eres la única, que somos muchas. Mis salidas son parecidas a la tuya. Lo que si te pido es que sigas llorando lo que necesites pero que busques ayuda, nuestras cabezas y cuerpos necesitan soportes para seguir sosteniendo y es importante que no caigamos más enfermas de lo que ya estamos.
      Un abrazo enorme

  15. Ainsssss no sé si comentar o no.
    Me he leído tu post, y todos los comentarios. Y lo cierto es que entiendo perfectamente cómo nos sentimos.
    Aunque yo hace tiempo que tomé una decisión, y es vivir el ahora, y vivirlo con una sonrisa.
    Se gasta mucha más energía en estar cabread@, triste…que en estar “feliz”, no me compensa.
    Yo, hace 12 años que renuncié a mi vida laboral por la maternidad, desde entonces habré trabajado como 5 años cotizados. Mi costillo está preocupado por mi jubilación…. yo no. Me voy a preocupar ahora de lo que me pueda pasar dentro de 20 años?? y si no llego?, igual abandono este mundo antes y no estoy por la labor de vivir para mañana. Cuando llegue mañana??? Pues tengo 2 opciones, pensar que mi fotocopia en unos años va a ser autónoma y yo tendré libertad horaria para ofrecer mis manos a un trabajo, y que llegaré a la jubilación trabajando y cotizando, o que le van a subir el sueldo a mi costillo y no voy a necesitar trabajar remuneradamente, o que me va a tocar la lotería….. o puedo estar todo el día lamentándome de mi renuncia, pensando que estoy mayor para que me acepten en un trabajo y que voy a tener una pensión de m….. Y mientras??? y durante el camino cómo voy a vivir???.
    Pues con esto es lo mismo. Yo me he hecho a la idea que antes de 2022 no vamos a poder hacer la vida de 2019, y por el camino me voy a adaptar, no me voy a lamentar. Porque aunque no veo a mis padres desde el 27 de agosto, al menos me quedan las video llamadas, que en otras pandemias no existían, agradecida de que no me falta nadie por el bicho, cuando hay personas que ya no están por él. Contenta porque tengo un techo, cuando hay gente que lo ha perdido en la pandemia….. no sé. Intento darle la vuelta, porque sino, como dices es de una tristura…..
    Y por supuesto, hace 15 días que aquí nos cerraron los bares, y lloré con el dueño del bar antes de cerrarlo, porque me duele y veo los sufrimientos de mi alrededor.
    Y soy plenamente consciente del estado económico en el que van a quedar muchas familias, empresas etc… pero yo no puedo hacer nada por evitarlo. Es decir, no puedo hacer nada relevante por el calentamiento global, sin embargo en mi casa se recicla, y se intentan comprar en comercio local, y no usar el coche,etc. No puedo hacer nada relevante por la pandemia, pero he cumplido escrupulosamente las medidas de prevención y protección para evitar contagiar a nadie y contagiarme. Yo no puedo hacer políticas sociales, pero siempre me sumaré a auzolanes, y votaré a quien las proponga, y colaboraré en todo lo que se necesite en mi sociedad…..

    No sé, estoy en fase de darle la vuelta a todo, convertir lo negro en blanco, y sino puedo en otro color.

    Creo que ya me he metido en un berzal, pero ya sabes que soy experta en ello.

    Muxu haundi bat. !!!!!

    1. Te entiendo pero esto va más allá, el tema es que hay gente con poca energia para dar ya la vuelta al blanco y negro por falta de sostenorlo forzado. Entiendo perfectamente lo que dices y lo he compartido todo el confinamiento y sigo haciendo esfuerzo pero no negaré que estoy tocada y lo necesitaba decir, sin más.
      Muxus

  16. Totalmente de cuerdo Nerea, más ahora que en Asturias nos han vuelto casi confinar de nuevo. Cada vez me doy mas cuenta de que nos estamos aislando. En verano el círculo era muy reducido, ahora, desde la vuelta al cole se ha mega reducido, sólo los de casa y en ocasiones 1 amiga que vemos porque vive al lado. Hace más de 2 meses que no veo a mi madre, que vive a 25 km, ahora ya no se ni cuando la volveré a ver. Sonreímos para que los 2 niños (de 4 y 1 año) no sufran esto demasiado. Yo sigo en Erte desde el 14 de marzo y mi marido trabaja a 3 turnos, así que toda la carga mental la llevo prácticamente yo y eso me tiene agotada, irascible, hipersensible y hasta bipolar por momentos.. Esperemos que esto pase pronto, porque como bien dices, estamos sosteniendo la vida por unos finos hilos… Un abrazo y mucha fuerza!

  17. Yo sufrí de ansiedad en la primera parte de la pandemia, estaba embarazada de 5 meses, la gente muriendo, los políticos diciendo que la gente joven no se contagiaba, un día que la mascarilla si había que utilizar la, otro día que no y mi marido yendo a trabajar. Empecé todo esto embarazada y terminé con mi niña en brazos en un hospital en el que no podíamos salir ni de la habitación. Desde ahí me hice una coraza y decidí no hacer lo que veía por televisión, así que desde que empezó todo esto salgo lo necesario, por si tengo que ir a comprarle ropa a la nena o a mí y al médico. Tengo tanto pánico que cuando veo que la gente por televisión que hace lo que quiere, lo único que me viene a la mente son las tantas y tantas familias que este año tendrán un hueco vacío en su mesa. Y que yo no quiero que en mi mesa haya ningún hueco vacío.

  18. Yo hay días como hoy que me quiero bajar de la vida. Hoy le he tenido que decir a mi hijo de 7 años que ha perdido una bisabuela a la que adoraba al principio de la pandemia, que ha visto como familiares directos pasaban semanas en la UCI, que ha aguantado en casa sin salir como un campeón. Que cumple las reglas, lleva mascarilla hasta en educación física, se lava las manos…hoy, se ha foto cuando le he dicho que no puede ir a karate por qué han cerrado los gimnasios. Y cada lágrima que le ha caído, se me han clavado en el alma. Estoy agotada. Con ganas de que todo pase. Y hoy, de bajarme de la vida.

  19. Somos muchas y muchos los que nos sentimos así. Este verano lo hablaba con una amiga… Es como que me sobra el mundo. Trato de centrarme en el hoy porque el mañana me angustia. Para llevar a la niña a la guarde tuve que hacer terapia de choque y llevarla al parque, en 8 meses, ha pisado la zona de juegos creo que 3 veces y su hermano igual. Me siento culpable porque no puedan tener una vida más ‘nornal” pero no quiero exponerlos a riesgos innecesarios, además el mayor es un niño de alta sensibilidad y lo pasa realmente mal así que nos mantenemos en nuestro nido que es donde nos sentimos seguros

  20. Pues a mí me pasa igual, estoy agotada y no puedo más. Casi no quedo con nadie porque estamos todos igual y mi familia está en Granada y Jaén así que parece que me puedo olvidar de verles en bastante tiempo porque son provincias confinadas. Así que sólo me queda aguantar, aunque muchas noches me desvele y piense que al día siguiente no voy a poder seguir. Un abrazo, Nerea, porque aunque estemos huraños tenemos que seguir a apoyándonos unos a otros

  21. Mi vida se ha reducido a casa, trabajo y colegio. Mi cabeza ya no da para más. Mi adolescente está pasándolo mal sicológicamente y toda la familia con ella. Somos bombas a punto de estallar, haciendo esfuerzos por no hacerlo. En fin…. Gracias por visibilizar esa consecuencia de la pandemia incluso para los no contagiados!

  22. Pues eso q si ahora toca estar mal, pues se está sin pasarlo más mal por estar mal. Simplemente se hace lo q se tiene que hacer en el día a día, y ya vendrán otros momentos mejores. No nadar contra corriente, ni querer aparentar estar de una manera falsa. Ni tampoco deprimirse más, que al fin y al cabo estamos aquí ahora y vivas.

  23. Pues a tus palabras le añades una operacion de pierna que va mal y que en plena pandèmia tienes que aprendre por Ti sola a volver a andar … que seguimos aprendiendo a hacer cosas banal es como saltar o agacharte … que se queda quieta y entra en “trombo” y Nada otra Vez al reposo absoluto! Que deseando Acabe ya esta pesadilla y suene el despertador y te levantes, ANDES, y todo haya sido un mal sueño producto del alcohol … però todos sabemos que no lo es y cuando ya no puedes mas … Los miras, les pones las mascarillas, Los axuxas antes del cole y piensa “Ellos me quieren, me necesitan” y es por ellos que tiramos pa lante … porque lo de este año no es año para nadie, però para mamis i papis menos.

Leave a Reply to peinetapintxos Cancel reply