LEA , mi rincón a medida

La primera vez que pase por su puerta iba buscando un regalo para alguien a quien admiro y con un gusto totalmente diferente al mío. Aquella puerta antigua esa cristalera con esas joyas minimalistas me dieron la pista que quizás allí encontraría mi regalo perfecto. Aquel detalle geométrico que necesitaba hecho joya.

Tras pasar el dintel de la puerta me encontré con la sonrisa dulce y amable de Candela. Es un espejo de su colección, transmite serenidad, tranquilidad, frescura y elegancia. Es tímida y más con alguien tan dicharachera y estrafalaria como yo. Pero era perfecta para ayudarme en mi objetivo. En seguida me enseñó una pieza original que hizo las delicias de mi amiga.

A partir de aquel día, el taller showroom que tiene Lea Joyas en mi querido barrio de Gracia se convirtió para mí un referente obligatorio antes de mis viajes madrileños. Siempre podría contar con alguna pieza que encajara en mi presupuesto o idea de regalo, bajo los sabios consejos de la creadora.

Yo siempre he jugado como una mera espectadora que ha disfrutado de piezas bonitas, con aires vintage, cobre, plata y oro combinado de mil maneras y expuesto en un espacio increíble, donde mis ojos sonrieron al ver unos platos especiales. Nunca pensé que los platos de fondue que mi madre se trago de su años de emigrante suiza fueran a ser parte de la decoración de una joyería especial y diferente. Desde entonces le tengo cariño especial a esa vitrina que tiene Candela.

Dentro de mis obsesiones se encuentra un collar especial y diferente que combina plata y oro de una manera que jamás pensé que me gustaría, no hay día en que no entre por la puerta y diga lo bonito que es ese colgante.

Este año por fin me he pegado un capricho para mí, la última colección de pendientes minimalista me ha conquistado por completo hasta el punto de dejarme convencer por unos dorados de una elegancia suprema. Son tan sencillos y sutiles que tiene que fijarte para ver su silueta de lágrima.

Os invito a que visitéis su shop online para que no os quedéis antojosos, sobre todo porque cabe destacar lo correcto y ajustado que es  en calidad-precio , joyas a la medida de casi todo los bolsillos, creerme. Pero a los que estéis por Barcelona os animo a pasar por el tranquilo y agradable local que tiene Candela en la calle Ramón y Cajal donde se puede ver parte de su colección, y aviso para madres muy espacioso para carritos y niños bien recibidos. Eso sí no te despiste mira bien cada vitrina y plato que te cruces, porque tu joya o pieza perfecta puede estar escondida entre cualquiera de ellas, es cuestión de buscar tu pieza ideal. Y si no te prometo que vas a encontrar más de una para alguien  a quien aprecies.

Mientras sigo preparando mi siguiente destino a enseñaros en el barrio de Gracia os aviso que hay alguien a quién también conquistó la delicadeza de LEA Joyas.